Por Anahí Alburqueque Vásquez
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Tengo dos hijos pequeños, y felizmente su Pediatra es mi amigo de toda la vida, puedo conversar con él de todo, me conoce bastante bien sabe que soy una mamá bastante estresada cuando se trata de enfermedades de mis hijos, me explica al detalle cada posible dolencia, es muy didáctico y usa términos sencillos, cosa que agradezco mucho. Lo más importante es que es tan buen médico que logra identificar la dolencia en la consulta, y si es algo más complicado me dice abiertamente que él requiere más información para dar un diagnóstico acertado y el tratamiento correspondiente.
Pero porque hablamos del Pediatra de mis hijos en un blog de consultoría de empresas, pues porque es la mejor analogía para poder entender porque es importante cuando uno detecta un problema dentro de una organización acudir a un especialista que logre identificar cual es la dolencia cual es el diagnóstico, y te dé las recomendaciones adecuadas para poder liberarte de la enfermedad que te aqueja.
Una de las cosas que hace que una persona acuda a un mismo médico con cierta frecuencia y lealtad, es la capacidad de generar empatía, cuando el paciente se siente escuchado, cuando se le habla en un lenguaje sencillo que pueda entender es probable que esa relación se mantenga por muchos años, porque confío en lo que está persona me está diciendo no sólo porque es capaz y profesional en su materia, sino porque me entiende y las soluciones que me ofrece son efectivas y resuelven mis problemas.
Así como los médicos, nosotros en la consultoría de diagnóstico nos encargamos de ayudar a los propietarios de las empresas, evaluamos , revisamos y con la información que nos proporcionan y que recopilamos emitimos un diagnóstico de la situación de la organización y sugerimos alternativas para solucionarlos, al igual que el médico que sabe que la fiebre no es el problema sino el síntoma, nosotros sabemos que la falta de liquidez es sólo eso un síntoma, al igual que la caída de las ventas, o los problemas tributarios, suelen ser solo el inicio de la madeja.
En mi trabajo como consultora siempre pienso que si bien no soy capaz de salvar una vida como en el caso de los médicos, si logro transmitir empatía, confianza, si logro percibir lo que está pasando dentro de una organización y obtengo la información adecuada de la empresa, puedo de alguna manera ayudar a que una organización supere sus dificultades, y continúe su crecimiento.
En la consultoría de diagnóstico, intentamos que nuestros clientes dejen de auto medicarse, se apoyen en nuestra experiencia, nos brinden la información relevante del posible problema y confíen en que el resultado de esta evaluación siempre ayuda a identificar la dolencia real y no sólo los síntomas. Lo hacemos siempre escuchando a las personas que están dentro de la organización, hablando un lenguaje sencillo, percibiendo el día a día, pero sobretodo ofreciendo nuestro trabajo continuo para el mejoramiento de su empresa.