Por Pablo Domínguez
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Este nuevo año el Perú tiene varios proyectos de inversión que van a generar oportunidades de negocio no solo para las grandes empresas sino también para las medianas y pequeñas. Tales como: las obras de los juegos panamericanos, la reconstrucción del norte por los daños del niño costero, la ampliación del aeropuerto del Callao, las obras del metro 2, la modernización de la refinería de Talara y el incremento de los precios del cobre y zinc. Todos estos movimientos, no sólo generan oportunidades en sus respectivos sectores, sino que incrementan el consumo y de manera indirecta mejoran las posibilidades y ventas de otro tipo de negocios.
Para aprovechar las oportunidades que se desprenderán de estos grandes proyectos, la mediana empresa tiene que fortalecer sus capacidades estratégicas para detectar las oportunidades, siguiendo de cerca el desenvolvimiento de las inversiones, y luego ser capaces de diseñar ofertas realmente competitivas
Sin embargo, para que estas oportunidades de negocio, además de generar resultados económicos en el corto plazo constituyan el punto de partida de un crecimiento sostenible. Es necesario que al mismo tiempo que se explotan las oportunidades hay que ir fortaleciendo los cimientos del crecimiento futuro.
La experiencia nos ha mostrado que los principales cimientos que requieren mayor atención son: el desarrollo de las capacidades operativas de la organización y el nivel de confianza y compromiso interno y con los clientes.
Tal es el caso de una empresa agroexportadora que aprovechó la fuerte demanda internacional de la fruta que comercializaba, desarrollando al mismo tiempo, de manera importante, las capacidades de sus ingenieros de acopio –proceso clave en este tipo de negocio- lo que les ha permitido mantener un crecimiento sostenible durante los últimos años. Otro ejemplo es el sector de la construcción, donde quienes tengan una buena planificación y un control adecuado en sus insumos lograrán obtener mayores beneficios, sacando ventaja de la competencia.