Por Anahí Alburqueque
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Esta es la historia de Fernanda, quien llevaba aproximadamente 8 años trabajando junto con su esposo en una empresa de construcción, ella se encargaba de la Administración y Tesorería de la empresa. Habían destinado un ambiente de su casa, donde vivían con sus hijos, para que funcione una pequeña oficina de la empresa y algunos almacenes que ocupaban el 40% del inmueble alquilado.
Cuando iniciamos la asesoría, el principal problema era la liquidez, debido sobre todo al crecimiento del negocio, pero además algunos problemas operativos y de control interno. Cuando empezamos a armar el flujo de caja del negocio, para poder ayudar en la programación de pagos, y tener claro cuáles eran sus necesidades de capital de trabajo, nos encontramos con varias sorpresas: El alquiler de la casa y todos los servicios de la misma eran asumidos por la empresa, el contrato de alquiler era mensual y se pagaba casi 5 000 soles, en cuanto a los servicios entre todos sumaban casi 6 000 soles más al mes. Fernanda se quejaba mucho que habían tenido que prestar dinero de manera personal a la empresa, sin embargo, sin darse cuenta también estaban retirando dinero de la empresa por otro lado. Lo correcto era que la empresa asumiera sólo un porcentaje del alquiler y gastos de servicios, y el resto fuera asumido por Fernanda y su esposo.
Es común ver que cuando uno inicia un negocio todo vaya a un solo fondo, ya que cuando se es pequeño se pueden mezclar las cuentas personales con las de la empresa. Sin embargo, es saludable y beneficioso a largo plazo separar las cuentas apenas sea posible, y evitar tocar la caja de la empresa para pagos personales. En ese caso, conviene establecer un sueldo para los propietarios que trabajan, y que ese sueldo se destine a cancelar las cuentas de la familia. Siempre repetimos a nuestros clientes y alumnos, que se debe “tratar a la familia como familia y a la empresa como empresa”, para mantener el equilibrio ideal que permita un crecimiento sostenido, este es un claro ejemplo de cómo podemos empezar a distinguir lo que es para cada una, al retirar dinero de la caja de la empresa, le estoy restando posibilidades de financiamiento a tasas razonables, posibilidades de crecer con recursos propios, pero sobretodo estoy creando una imagen equivocada de lo que rinde y cuán líquida es la empresa, datos importantes, sobre todo cuando se tienen que tomar decisiones para el futuro.