Por Pablo Domínguez
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¿Los fundadores de una empresa son empresarios o directivos?
Para responder a esta pregunta debemos identificar cuáles son los procesos que conducen a la aparición de una nueva empresa autónoma y sostenible en el tiempo.
El primer paso es el emprendimiento que se inicia con la identificación de una oportunidad de negocio, el desarrollo de los procesos operativos y los recursos, además de la puesta en marcha de la estructura directiva. El resultado de esta primera etapa es el diseño en detalle del modelo de negocio o “definición operacional del propósito”.
Lo que sigue es la puesta en práctica de dicha definición operacional de manera indefinida manteniendo su competitividad, para lo cual se necesita tomar las decisiones necesarias que complementen el desarrollo operacional, adaptándolo a las circunstancias y además se debe conseguir la participación de los colaboradores no directivos necesarios para poner en práctica los procesos del negocio, es decir, hace falta atraer, capacitar y mantener a los colaboradores.
Desde este punto de vista apreciamos que los emprendedores que logran poner en marcha su iniciativa y hacerla sostenible, si son realmente empresarios. Mientras que los profesionales que convocan para hacerse cargo de la marcha del negocio son sólo directivos.
Esta distinción se hace patente cuando un empresario pasa la posta a la siguiente generación y no ha desarrollado en ellos las capacidades y el espíritu para emprender. De la misma manera toda empresa debe procurar que la conducción de la organización este en manos de una persona con perfil empresario y no sólo directivo, asegurando el crecimiento sostenido de su empresa.