Por Pablo Domínguez
En una conversación entre amigos, surgió el tema de las “herencias”, y cómo algunos miembros de la familia toman una postura singular después de que sus padres fallecen, preguntaron mi posición al respecto, y expresé lo que siempre he creído después de varios años trabajando con empresas familiares: “el patrimonio que tienen los padres es de ellos, fruto de su esfuerzo, y pueden disponer del cómo crean conveniente”.
Por lo general los futuros herederos aceptan esta postura; sin embargo, la realidad muestra que ante una situación concreta cada uno adopta una postura particular “tú puedes pensar de esa forma, pero probablemente tus hermanos no, y eso no lo sabrás hasta que no suceda un acontecimiento inesperado”.
Las personas actuamos de una cierta forma mientras el contexto, en este caso familiar, se mantiene estable; pero cuando sucede algo que nos afecta de manera importante reaccionamos según nuestra situación particular. Esto lo hemos visto en muchas Empresas Familiares a las que hemos brindado ayuda, cuya unidad parecía inquebrantable, sin embargo, al fallecer el papá, sin haber expresado y formalizada su voluntad, toda esa unidad se resquebraja de un momento a otro. Tanto la familia como la empresa corren el riesgo de quedar sin dirección, y que alguien asuma la conducción de la empresa familiar, sin estar preparado para asumir las múltiples y complejas responsabilidades que tendrá que enfrentar.
Por otro lado, es importante saber que las leyes respecto a este tema en nuestro país son bastante precisas, es poco lo que se puede disponer libremente en un testamento. Sin embargo, sí es posible establecer una voluntad sobre el reparto de bienes y acciones con la mayor anticipación posible -Sucesión de la Propiedad-, y en lo posible llevarla a la práctica antes de que cualquier acontecimiento desafortunado pueda pasar. También hay que preparar a los miembros de las generaciones más jóvenes para recibir algo de lo que no han sido parte… cómo dice Josep Tapies: “…. Cada generación recibe en forma pasiva, a veces casi sin esfuerzo y sin merecerlo, un patrimonio económico, una estructura empresarial que genera valor añadido……” Cuando los hijos logran reconocer que aquello que reciben debe ser respetado y aceptado por ser la voluntad de sus padres, muchos de los conflictos, no de las empresas familiares, podrían evitarse. El objetivo principal siempre es mantener a la familia unida, y a mayor anticipación, mayores posibilidades de conseguirlo.
¿En su empresa familiar se definido la transferencia de la propiedad a la siguiente generación?